Rostro terrorífico
Me costó entrar en calor después de ver a este rostro tan terrorífico… ¡y eso que era una estufa!
Rostreadora: ari
Me costó entrar en calor después de ver a este rostro tan terrorífico… ¡y eso que era una estufa!
Rostreadora: ari
Si alguna vez me da un ataque de cursilería máximo y siento que me quedo sin aire, ya sé a qué amigo llamar… 🙂
Rostreadora: ari
Con este helado de turrón hubiese tenido un grave problema… seguro que está riquísimo, pero… ¿quién se lo puede comer con esta carita de felicidad que tiene?, ¿tú pudiste comértelo, Reva?
Rostreador: Reva
Yo estoy de acuerdo con este rostro encontrado en Oslo: si te vistes con muchos colores pasas menos frío 🙂
Rostreador: Reva

Sólo hay que escuchar hablar a una sommelier con una copa de vino en la mano para darse cuenta de que los vinos no sólo hablan, sino que también sonríen. Y sino mirad la felicidad del corcho… (por si a alguien le interesa, el vino en cuestión es un Mas Perinet, ¡Si leéis el libro de mi fantástica amiga sommelier y nariz de oro o si os apuntáis a sus divertidos cursos de cata sabréis más de este y otros vinos!)
Rostreadores: Jordi Ciuraneta & Ariadna Mateu

Este rostro está en la puerta del Hotel Cheyenne, en Eurodisney. A veces la digestión de la llave de la puerta le caía pesada, se enfadaba, ¡y no dejaba entrar a nadie dentro!
Rostreador: Reva